martes, 12 de julio de 2011

Introducción a la realidad

Creo que aún no soy consciente de que hemos llegado.

Hace ya tres días que acababa la maleta, sin darme cuenta que tenía 24 horas por delante antes de llegar a la puerta de casa de Ondina en San Salvador. Escala en Frankfurt, en Houston, mil controles y siempre la misma pregunta: ¿Motivo de su viaje? Y siempre la misma respuesta: Cooperación.

Y justo antes de salir del aeropuerto del Salvador: el semáforo. Nos habían avisado, sí. Pero tener que apretar un botón para que un semáforo se ponga en verde de modo random y te deje pasar es una forma original de empezar nuestra aventura.

Ondina, nos acogió como una madre. Nos ha estado cuidando a nuestra llegada y nos ha hecho la puesta a punto para que podamos irnos esta mañana hacia el Bajo Lempa.

Componentes de este nuevo reto: Clara y Adriana (el dúo que debe enfrentarse a los peces de la isla de Monte Cristo); y Moti y yo que deberemos lidiar con la microfinanciera. Todas desde el hostal Lempa Mar.

Avisadas de los posibles ataques masivos de los zancudos y mosquitos, y amenazadas con la posibilidad de no tener internet, nos vamos en una hora hacia nuestro nuevo destino. Llenas de curiosidad y de ganas de ver que nos espera.
A malas siempre podemos volver a San Salvador los fines de semana para dejar constancia de que estamos vivas.

Un abrazo desde Papiol lejano ;)!

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