jueves, 1 de septiembre de 2011

¡Cuidense!

Todo lo que hacemos está empezando a ser "la última vez que...".

No somos buenas con las despedidas. Esa sensación de que simplemente es un hasta luego. De que el lunes volveremos a la Sábana y podremos subir al tejado con Cecita y Abi a ver las estrellas. O que nos quedan mil fines de semana para descubrir junto al resto las maravillas de un país como es El Salvador. Pero ahora ya no... ahora ya es de verdad un adiós.

No solo hemos dejado atrás las aventuras con los bichos, los licuados, las cabras del Playón o las historias de la guerra... hemos dejado atrás una familia que nos ha querido demasiado y un hogar en el que nos han cuidado un montón.

Llevamos dos meses en el Salvador. Lo que se planteaba como un reto, una aventura, ha sido una de las mejores experiencias de nuestra vida. Todas aquellas personas que se han cruzado en nuestro camino, que nos han conocido, que nos han sonreído, han dejado un pedacito de ellos en nuestra historia. Todos los lugares que hemos visitado son ahora parte de la película de nuestro verano. Es verdad que hemos aprendido más de lo que hemos podido llegar a enseñar. Hemos aprendido a disfrutar de los pequeños instantes y a apreciar aquellos detalles imperceptibles.

Será difícil despertar y no ver a Moti al lado. Después de 1440 horas sin despegarme de Marta se me hace difícil pensar que en Miami nos esperan dos aviones que implicarán seis meses de separación. Parece irreal la posibilidad de que en un radio de 20 metros no se encuentre Marta. Y es que no podría haber tenido mejor compañera de SUD: capaz de hacerme reír en cualquier momento, compañera de peleas surrealistas, de aventuras inmejorables, siempre sabiendo como cuidarme. Sin ella el SUD no hubiese sido el SUD.

Todo lo que hacemos está empezando a ser "la última vez que...". Aunque nos pueda entristecer esta verdad, el camino que tenemos por delante es un nuevo reto, una nueva aventura que sabemos que seguirá ampliando la colección de experiencias inolvidables. ¡Y tenemos muchas ganas de seguir con este camino!

Un abrazo desde Papiol, que se va acercando poco a poco a Barcelona (parada intermedia en USA).